Sexo en la biblioteca Chaves
La crisis económica global, en perspectiva histórica Federico Novelo Urdanivia. Otras chicas llamativas: Sexo en la playa nudista Sant Pere de Ribes, Citas sin ataduras Moratalaz, Servicios de chicas Pueblo
El viernes pasado fue mi cumpleaños. Son varias décadas acumuladas una encima de la otra. Acostumbrados a juntarnos todos los años, se extraña la fiesta que no pudo ser por la cuarentena. Les cuento, estoy un poco complicado con el día a día, se me cruzaron los años con la pandemia haciendo crujir los cimientos del rancho. Días previos a mi aniversario, sobre la mesa de trabajo me sorprendió un libro de hojas amarillentas editado en el año Lo que no entendía, era cómo había llegado en estas circunstancias a mi casa.
El primer cuento tiene una ilustración realizada por Horacio Ireneo, así se llamaba el viejo. Era un dibujante de trazo firme y certero. Se trataba de Nicanor Leyes, suboficial retirado del Ejército, a quien después conocí personalmente.
Cuando anunciaron el fin de la visita nos paramos para despedirnos, con el abrazo me pasó un libro para que me llevara. Era la forma que tenía de sugerir su lectura.
Habla de pasiones perdidas, de derrotas y de amores en cierne. Algunos pasajes, los sentí, como una daga de doble filo que se desliza lentamente rozando el corazón de las ausencias.
Ya conté en otra oportunidad que la pandemia y su forma de atajarla, la cuarentena, me remite a los años de exilio y clandestinidad.